Rosas: Características, tipos, cuidados y usos

Se estima que los primeros cultivos de rosas se utilizaron como confeti para celebraciones, para usos medicinales y como perfume por su agradable aroma.
15 de febrero de 2022 por
Rosas: Características, tipos, cuidados y usos
Geraldine V. Guerra
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    Las Rosas son conocidas por ser diversas y  adaptables a cualquier ocasión o eventualidad. Esto se debe a su aspecto y uso en los entornos, ya que se ajusta de forma muy fácil, y sus cuidados no resultan costosos ni difíciles.

Origen de las Rosas

    Las Rosas pertenecen a un grupo de arbustos en su mayoría espinosos y floridos de la familia de las rosáceas. Se denomina “Rosa” a la flor de los miembros de este género y el rosal a la planta en sí. 

    La mayoría de las especies son originarios del continente asiático y un número reducido al continente europeo; existen aproximadamente alrededor de cien especies.

  En la antigüedad la Rosa era considerada como símbolo de belleza por sirios, egipcios, babilonios, griegos y romanos. En la actualidad, las Rosas comercializadas son híbridos de especies de Rosas desaparecidas, es por ello que a través del tiempo sus formas y colores han sido ligeramente modificadas. 

    Las Rosas se presentan como arbustos o trepadoras, en algunos casos, como colgantes, que en su mayoría son espinosos logrando alcanzar entre dos a cinco metros de altura.


Ramo de rosas blancas y rojas. Fuente: Elaboración propia

Descripción de las Rosas

    Estas flores tienen tallos semileñosos, con una textura rugosa y en ocasiones son escamosas. Además, presentan formaciones epidérmicas persistentes, desarrolladas en variadas formaciones, conocidas comúnmente como aguijones o  las temibles espinas.

Partes de una rosa. Fuente: Wikipedia

    Las flores, en su mayoría de carácter aromático, se asocian en inflorescencias  racimosas, formando corimbos. Se caracterizan por ser flores completas, con una simetría radial. El perianto es una parte que se desarrolla de forma perfecta. El hipanto o receptáculo floral tiende a ser prominente en forma cóncava y profunda.

    Las Rosas tienen hojas que pueden ser perennes o caducas, pecioladas e imparipinnadas que pueden tener entre cinco a nueve folíolos de borde aserrado y estípulas basales.

    El cáliz por su parte, es dialisépalo, de cinco partes o piezas de un color verde. Los sépalos pueden ser simples o tener una forma compleja con lobulaciones laterales estilizadas. Por otra parte, la corola es simétrica, formada por cinco pétalos regulares, escotados de color blanco, sin embargo, pueden tener colores llamativos.

 

    El fruto es conocido como escaramujo, que representa un tipo de infrutescencia denominada como cinorrodón. Estos frutos son secos y muy pequeños, que se encuentran separados y encerrados en un receptáculo que cuando están maduros son de color rojo vistoso.

Clasificación de las Rosas

    No obstante, desde el punto de vista de la jardinería y en consecuencia de cómo se dividen los rosales, se puede clasificar a las rosas de la siguiente manera: 

-Rosales Antiguos: Se consideran los rosales que existían antes de 1867, cuando apareció el primer Híbrido artificial. 

-Rosales Silvestres: Son las rosas que crecen en la naturaleza sin ser cultivadas. 

-Rosales Modernos: Pertenecen a los rosales posteriores a 1867 hasta el presente; en ocasiones estos rosales se dividen por generación. En esta clasificación se encuentran las rosas más conocidas. 

-Rosales de otro tipo: Son los rosales que incluyen tipos especiales de flores

Cuidados de las Rosas  

    Los rosales pueden florecer de forma constante durante todo el año desde la temporada de primavera hasta principios de invierno. Sin embargo los cuidados de los rosales vienen desde la poda hasta conocer las principales plagas que podrían afectar a la flor.

 

    La poda de las rosas, se debe iniciar cuando se observe  que alguna de estas está marchita. La principal técnica utilizada consiste en seguir el tallo de la rosa seca hasta conseguir la rama con cinco hojas y cortar por encima de ella. 

    Tras iniciar la temporada de invierno, se debe realizar una poda radical, dejando entre cuatro y cinco ramas de un palmo desde el tronco principal del rosal. Algunos recomiendan realizar una media poda entre temporada para mantener de este modo, un tamaño mediano. Sin embargo, esto no afecta ni el tamaño ni el método de florecer de la rosa.

    Los cortes deben realizarse con una tijera bien afilada, para que tengan resultados limpios. Se deben evitar los cortes rectos, sin dejar fibras en ellos.

Se debe realizar un corte medio centímetro por encima de la yema exterior, de forma sesgada e inclinada, así cuando llueva o se rieguen las flores, el agua corra y no se concentre en la yema, obstaculizando el crecimientos de las rosas.

Rosa Fucsia. Fuente: Elaboración propia

     A los rosales de pie se le deben dar una forma de copa de vino, con el objetivo de permitir el buen acceso de luz a toda la flor.

    Finalmente, las rosas deben podarse cuando terminan de salir las hojas.
   La temperatura para la mayoría de los rosales, es otro de los elementos para el buen cultivo y cuidado de estas. Las temperaturas óptimas de crecimiento son entre 17°C  a 25°C, con una temperatura mínima de 15°C durante la noche y una máxima de 28°C durante el día.

    Sin embargo, si estas temperaturas varían durante cortos periodos de tiempo, no hay cambios o daños visibles, pero sí la temperatura nocturna está continuamente por debajo de los 15°C, esto podría retrasar el crecimiento de las rosas. Del mismo modo, si las temperaturas son excesivamente altas, estas podrían dañar la producción, apareciendo flores más pequeñas, con escasos pétalos y de colores más cálidos. 

    La iluminación también forma parte esencial para el crecimiento y cuidado de las rosas. La producción de las flores es mucho más alta en temporada de verano debido a las elevadas intensidades luminosas y la larga duración del día, pero del mismo modo se  requiere que la temperatura se mantenga bajo los índices anteriormente mencionados.

Rosas Rojas. Fuente: Elaboración propia 

    El enriquecimiento de las rosas, va desde mantener una humedad ambiental relativamente elevada hasta mantener una ventilación controlada; con el objetivo de controlar ciertas enfermedades que puedan afectar la producción o cuidado.

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    Las rosas pueden reproducirse  de cuatro formas diferentes, según sea la preferencia: 

 

- Por semillas, extrayéndose del escaramujo, ingresando estas en agua unas 12 horas antes de sembrarlas.

 

- Por esquejes, que significa extraer un fragmento del tallo o raíz, introduciendo directamente en el suelo.  

 

- Por acodo, un método artificial de propagación vegetal, que permite la aparición de raíces, por medio de calor, humedad y un suelo preparado.

 

Por injerto, a través de la toma de tejido procedente de una planta que luego se une con otra planta ya asentada. 

 

Del mismo modo, las rosas pueden tener distintos colores entre ellos están las de colores azul, naranja, las rosas blancas o  rojas, las fucsias, las amarillas, moradas y grises. 

Leer más: el significado del color de las rosas




La Rosa, es símbolo de belleza, tanto que algunos híbridos se cultivan en
ornamentales para extraer un aceite esencial, con fines medicinales, gastronómicos y las más implementados usos cosméticos, como el aceite de Rosa Mosqueta.

Tras ser una flor tan diversa y adaptable para cualquier ocasión, las rosas son las protagonistas de diversos entornos decorativos y simbólicos



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