Los Liliums, conocidos tradicionalmente como azucenas o lirios, pertenecen a la familia de las liliáceas, donde lo componen alrededor de 110 especies.
Estas plantas son herbáceas perenne de tallos erectos con una gran cantidad de hojas alternas. Los lirios crecen a partir de bulbos formados por capas de escamas carnosas sin túnica.
Es importante mencionar, que algunas especies norteamericanas de estas plantas desarrollan en la base del bulbo, pequeños rizomas sobre los que se encuentran otros bulbillos mucho más pequeños. En otros casos, desarrollan estolones.
Gran parte de los bulbos están profundamente enterrados, solo algunas veces se forman cerca de la superficie del suelo donde están.

En otro orden, existen algunas especies que desarrollan raíces adventicias en el área del tallo y con ellas, el bulbo crece de forma normal a cierta profundidad. Año tras año el nuevo tallo, a medida que crece, emite raíces adventicias por encima del bulbo. Estas últimas son adicionales a las raíces basales de la planta.
Por alguna razón, la mayoría de las especies son de hoja caduca, excepto las de tipo “Lilium Candidum ó Lilium Catesbael” que tienen una roseta de hojas basales durante el periodo de inactividad invernal.
Cabe mencionar que la inflorescencia es terminal, en racimo o umbela, con una sola flor o hasta 25 de ellas. Sin embargo, las flores en las especies pueden ser colgantes, erectas, ascendentes u horizontales; con un perianto en forma de campana o embudo recurvado.
Los liliums tienen 3 sépalos ocultos, aunque a veces son visibles, esto forma una estrella en la base del perianto y 3 pétalos con una gran variedad de colores que podrían ser blancos, amarillos, rosas, rojos, naranjas o con puntos de color magenta o marrón.
Por otra parte los estambres tienden a ser de 6, internos y expuestos. El fruto del Lilium, es una cápsula que contiene tres valvas, de color verde que se vuelve marrón al estar en la etapa de maduración. Esta planta puede tener hasta 300 semillas.
Origen de los Liliums
Esta planta es nativa de las regiones templadas del hemisferio norte. En Occidente, específicamente en África, Asia y Europa, donde se extiende hacia la mayor parte de Europa desde el norte hasta la costa del Mediterráneo, luego la mayor parte de Asia específicamente con Japón, justo al sur de los montes Nilgiri en la India y al sur de Filipinas.
En el continente Americano se extiende desde el sur de Canadá hacia la mayor parte de América del Sur y Estados Unidos.
Los lirios están adaptados a entornos boscosos, a veces montañosos o praderas. Sin embargo, algunas especies pueden sobrevivir en pantanos. En general, estas plantas prefieren suelos ácidos o libres de cal.

Tipos y clases de Liliums
Si bien existen distintos tipos de Lilium, se destacan tres grupos:
Híbridos de L. Longiflorum Thumb: a este grupo pertenecen los lirios clásicos de flores blancas con eje horizontal. Estos requieren periodos de frío muy cortos. Además, las plantas de este tipo, tienen una gama reducida de colores además de ser muy susceptibles a enfermedades víricas.
Algunos de estos cultivares son: “Bach”, “Litower” (blanco), “Ceb Dazzle” “Nashville” (Amarillo), “Advantage” (Naranja).
Híbridos de tipo asiático: Son lirios de tallo erecto, aproximadamente de un metro de altura, son robustos y con flores de eje vertical con distintas formas y colores. Existen más de 100 variedades. Estos híbridos de semi-pita son los más conocidos, donde destaca la variedad “Enchantment”. Estos al igual que la categoría anterior son también susceptibles a enfermedades.
Cultivares más conocidos: “Polyanna” “Kansas” “Cordelia” “Solemío” (Amarillo), “Nello” “Milano” “Nerone” (rojo), “Navona”.
Híbridos de tipo oriental: Son flores grandes con eje vertical de diversas formas. Estas se caracterizan por tolerar menos luz y por emitir un aroma agradable . También son susceptibles a enfermedades.
Los cultivares más conocidos son: “Casablanca” “Siberia” “Alma Ata” “Stargazer” “Rosato” “Le Reve” (rosado).
Híbridos Longiflorum/asiáticos: este grupo de lirios son obtenidos de hibridaciones entre cultivares longiflorum e híbridos asiáticos.
Híbridos Longiflorum/orientale (híbridos L/O): son lirios obtenidos de hibridaciones entre cultivares longiflorum e híbridos orientales.
Híbridos orientales/asiáticos (híbridos O/A): Son lirios obtenidos a partir de hibridaciones entre híbridos orientales y asiáticos.
Factores importantes para iniciar el cultivo
Al tener una gran gama de especies y cultivares, los procesos de cultivo son distintos, así como los siguientes factores:
Temperatura: tras el desarrollo del sistema radicular del Lilium, el rango óptimo de temperatura está entre 9 a 14°C.
Sin embargo para el desarrollo de híbridos asiáticos, la temperatura debe estar entre 14-17°C, siendo el rango óptimo de 20-25°C durante el día y entre 8-10°C, durante la noche.
Por otra parte, para el desarrollo de híbridos orientales, se debe mantener una constante temperatura, entre 15 a 17°C donde se pudiese llegar hasta 25°C. En consecuencia, cuando la temperatura es inferior a 15°C, esto puede causar la caída de las hojas.
En el desarrollo de híbridos de Lilium Longiflorum, el rango óptimo de temperatura oscila entre 14°C a 16°C, pudiendo llegar hasta las 22°C. Si las temperaturas son inferiores a los 14°C, pueden causar grietas en los pétalos.
Tanto la temperatura como la luminosidad, causan un efecto importante en el rendimiento del cultivo. Las temperaturas elevadas junto con baja luminosidad, dan lugar a un porcentaje alto de tallos con botones florales.
Los lirios también son sensibles a temperaturas elevadas, específicamente en las primeras etapas del cultivo, esto se debe al proceso de formación de la flor que empieza desde la plantación. Es por ello, que el rango óptimo de temperatura del suelo está entre 10-15°C. En consecuencia, si la temperatura del suelo es elevada esto puede producir deformaciones en las flores, quemaduras en las hojas y tallos cortos. Esto además dificulta el desarrollo de raicillas en el tallo, colocando a la planta en un entorno favorable para que aparezcan enfermedades.
Para evitar estos malos efectos, los especialistas recomiendan:
- Una iluminación de apoyo para momentos difíciles.
- Recubrir el suelo con materiales aislantes, evitando el exceso o la elevación de temperatura de los suelos.
- Emplear mallas de sombreo para épocas muy luminosas hasta el inicio de la formación de los botones florales. Esto ayuda a que el cultivo alcance los 25-40 cm.
- Riego o mojado bien hecho de las plantas.
Luz: Este es un factor determinante en la producción de los lirios, ya que esta planta tiene un periodo largo de “fotoperiodo”, por lo que en las épocas invernales es conveniente la aplicación de luz artificial.
La aplicación de ésta debe ser aproximadamente entre los 2000-3000 luz durante 6 horas y durante la noche. En algunas especies pertenecientes al grupo de variedades asiáticas, se aplica luz durante el atardecer o al amanecer.
La luz puede aplicarse durante 3-4 semanas aproximadamente, aplicando dicha iluminación desde las yemas florales hasta la floración como tal.
Si no existe luz, esto puede provocar un porcentaje elevado de abortos florales. Sin embargo, si existe exceso de luz, esto causa clorosis en la planta, produciendo tallos cortos en cultivares de crecimiento reducido.
Cuando se inicia la formación de los botones florales, es allí cuando empieza el momento crítico de la presencia de luz, esto puede ocurrir entre el otoño y principio de invierno, tanto así que tras una escasa iluminación durante estas épocas, puede provocar la pérdida total del cultivo.
Entre tanto, las variedades asiáticas son las más susceptibles a la falta de luz; es decir, un déficit considerable de iluminación provocaría la caída total de los botones florales. En cambio, los híbridos orientales son los menos susceptibles a la falta de luz.
Humedad: los lirios requieren un nivel de humedad entre el 80-85% aproximadamente. Si la humedad es demasiado elevada esto podría provocar la aparición de enfermedades o si la humedad cambia de forma brusca, esto podría ocasionar daños en las hojas de la planta.
Por otra parte el pH, debe ser preferiblemente neutro o ligeramente ácido. Los híbridos asiáticos prefieren un pH entre 6 y 7, en cuanto a los híbridos orientales oscilan entre el 5.5 y 6.5 aproximadamente.
Riego: La humedad del suelo debe ser constante durante las primeras tres semanas. Sin embargo, se deben evitar los encharcamientos, realizando riegos constantes pero poco caudalosos. Manteniendo así una temperatura del suelo y una concentración de sales muy mínima, esto favorece a la emisión de raíces. Asimismo, a las tres semanas previas de la recolección se da una alta demanda de agua, etapa crítica del cultivo.
De forma general, el riego de los cultivares debe ser constante y en pequeñas porciones, siempre y cuando se tenga conocimiento del tipo y naturaleza del suelo y tasa de evaporación. Se recomienda el riego en las primeras horas de la mañana.
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Con los liliums existen distintas formas de propagación, entre ellas están la propagación por semilla, por escamas de bulbo, propagación por bulbillos e in vitro.
-Propagación por semilla: se realiza tras la obtención de nuevas variedades. Es preferible realizar un cruzamiento entre plantas mediante polinización artificial.
La temperatura ideal sería entre los 20°C, durante la germinación sin embargo esto varía según la especie.

-Propagación por escamas de bulbo: este se refiere a sembrar escamas procedentes del bulbo, siendo mejores las que se encuentran en la parte exterior del mismo. Vale mencionar, que cuando el tallo se seca después de la floración o cuando las hojas están amarillentas, ambas situaciones reflejan el momento ideal para la extracción del bulbo.
Es importante mencionar, que antes de proceder a la siembra, se deben desinfectar las escamas con una solución fungicida. Se debe realizar la siembra en un sustrato poroso y de humedad constante, enterrando las escamas hasta la punta y manteniendo una temperatura no mayor a 23°C específicamente. Se pueden producir entre 2-5 bulbillos.
Tras obtener los bulbillos, estos deben ir a un tratamiento de frío entre los 5°C por 6 a 10 semanas, dependiendo de la especie. Luego de este procedimiento se debe trasplantar. El tamaño de los bulbillos para que se puedan comercializar puede durar dos años para alcanzar las medidas correctas.
-Propagación por bulbillos de las hojas: este procedimiento consiste en extraer de las plantas madres, los brotes en forma de bulbillos, estos se forman en la base de las hojas. La formación de estos, favorecen a suplir las flores del tallo antes de su apertura.
Es importante sembrar los bulbillos en un sustrato poroso durante algunos meses, hasta que toman el tamaño de una avellana por ejemplo. Luego de esto, se trasplantan a otro sustrato poroso que tenga aproximadamente unos 4 cm de profundidad. Luego de seis meses se inicia el proceso de floración.
-Propagación in vitro: Este consiste en una cultivo de meristemos o tejidos en un medio artificial.
Cuidados de el Lilium
Los lirios son plantas que pueden cultivarse en lugares abiertos, macetas o bien sea un jardín, siempre y cuando se tenga en cuenta los siguientes cuidados:
Cuidados de el Lilium como flores frescas
Al obtener el Lilium de forma de“Flor Fresca” debemos tener en consideración que al colocarlo en un jarrón, debemos recortar un centímetro aproximadamente de la base de sus tallos; el corte debe ser inclinado para aumentar el contacto con el agua, del mismo modo esta deberá estar limpia y de ser posible añadir un conservante de flor.
Se debe ubicar el jarrón en un lugar cerca de una buena fuente de luz, según sea la especie de Lilium, esto con el fin de mantener la intensidad del color. Se debe cambiar el agua a diario, y en cada cambio se debe recortar un poco la base de forma inclinada y añadir el conservante de flores.
Importante: no colocar el ramo o jarrón en entornos que tengan corrientes de aire, con el fin de evitar la deshidratación.
Cuidados del Lilium como planta en maceta
Si se obtiene el Lilium plantado en una maceta, se debe disfrutar como planta ornamental de flor. Estas tienden a durar mucho más y se pueden re-cultivar año tras año.
Se debe ubicar en un entorno con la mayor disponibilidad de luz posible, con el fin de que los colores no pierdan brillo alguno.
Este es un cultivo muy sencillo que no requiere de cuidados difíciles. El riego debe ser periódico evitando que quede seco el sustrato e ir abonando con un fertilizante del tipo 18-12-24 junto con microelementos que recomienden los fabricantes o viveros.
Una vez que las flores se hayan marchitado, se pueden cortar sus tallos junto con las primeras hojas por debajo de las flores . En pocos días, se pueden ir reduciendo los riegos hasta dejar secar toda la planta.
Tras percatarse que la planta está seca, se puede desenterrar los bulbos; se deben limpiar y guardar en un lugar oscuro y seco hasta principios de primavera o principios de otoño, según sea la especie de lirio.
Para recurrir a la plantación, se debe enterrar a unos 10 centímetros pero con una capa suficiente de tierra por debajo, aproximadamente unos 20 centímetros como mínimo, para que las raíces puedan crecer de forma correcta. El sustrato se recomienda que sea para plantas de interior.
Cuidados del Lilium en el jardín
Debe ser un lugar soleado y protegido de fuertes vientos. Se debe remover en profundidad la tierra y agregar elementos que ayuden a que el sustrato sea el ideal para la plantación.
Se deben enterrar los bulbos en una profundidad equivalente al doble de la altura del mismo. La separación entre bulbo y bulbo debe ser aproximadamente unos 10 centímetros.
Si el tamaño del Lilium, una vez florecido, es mucho más alto de lo normal y el viento lo perjudica, se puede tutorar o disminuir sus tallos y evitar de este modo, que el viento y el peso de sus flores, se caigan.
Cuando se hayan marchitado las flores, se puede cortar el tallo justo por las primeras hojas por debajo de las flores, esto es básicamente para darle un aspecto más estético y limpio.
El Lilium tiene una etapa de letargo, donde este perderá sus hojas y tendrá un aspecto de que irá desapareciendo del jardín. Sin embargo, luego vendrá su época de brotación, y volverán a verse crecer. Es por ello, que no se deben arrancar los bulbos.
Asimismo, si se desea arrancar el Lilium, se debe esperar a que desaparezca del área, para luego desenterrar los bulbos, limpiarlos y guardarlos para su conservación en un lugar oscuro y seco.
Liliums: Características, tipos y cuidados