Los liliums es una de las flores con mayor volumen en cuanto a su estructura se refiere. Este género de flor tiene más de 100 especies que se encuentran distribuidas en regiones templadas del hemisferio boreal.
Los liliums son plantas herbáceas perenne con bulbos escamosos, conocida comúnmente como azucena híbrida. El género Lilium viene de la familia “Liliaceae”.
Un gran número de este género Lilium se cultivan para flor cortada o para planta en maceta o de jardín. Las más interesantes son L.longiflorum, que son de flores blancas y los híbridos producidos por cruzamientos entre varias especies, principalmente L.speciosum y L.auratum, con colores llamativos como el amarillo y el rojo.
Los liliums tienen sus bulbos escamosos de renovación plurianual, de donde nacen flores grandes y muy decorativas de tres tipos: copa, trompeta o turbante. Vale mencionar, que los tallos de esta flor tienen hojas sésiles.
Sistema radicular: Este está constituido por un bulbo de tipo escamoso, teniendo un disco en su base, donde se insertan las escamas carnosos, que son hojas modificadas para almacenar agua y sustancias de reserva. De este disco salen unas raíces carnosas que es preciso conservar, ya que tienen una función importante para la nutrición de la planta en su primera fase de desarrollo. En el disco basal existe una yema rodeada de escamas, que al brotar producirá el tallo y, al final de su crecimiento, dará lugar a la inflorescencia, mientras tanto se forma una nueva yema que origina la floración del año siguiente. Los liliums en su mayoría forman las llamadas “raíces de tallo”, que salen de la parte enterrada e inmediatamente encima del bulbo y tienen bastante importancia en la absorción de agua y nutrientes.
Hojas: Son lanceoladas u ovalo-lanceoladas, con dimensiones variables, de 10 a 15 centímetros de largo y con anchos que van desde 1 a 3 centímetros, según sea su tipo; a veces son verticiladas, sésiles o pecioladas y naturalmente, las basales pubescentes o glabras, dependiendo igualmente del tipo. Paralelinervias en el sentido de su eje longitudinal y de color que es generalmente verde oscuro.
Flores: estás se sitúan en el extremo del tallo, son grandes o muy grandes; sus sépalos y pétalo constituyen un periantio de seis tépalos desplegados o curvados dando a la flor una apariencia de trompeta, cáliz o turbante. Pueden ser erectas o colgantes. Vale mencionar que en cuanto al color, existe una amplia gama que va desde blanco, rojo, amarillo, rosado; donde además existen combinaciones entre estos.
Frutos: estos son cápsulas triloculares con dehiscencia loculicida independiente y está provisto de numerosas semillas, que generalmente tienden a ser unas 200. La semilla es muy aplanada y alargada.
Si bien sabemos que las flores más vendidas son las rosas, seguidas de los crisantemos, en tercer lugar los tulipanes, en cuarto lugar los claveles y por último y en quinto lugar están los liliums.
Los liliums son flores de calidad, que son populares por los consumidores y lo que mantiene y asegura la buena demanda en el mercado y la competencia entre diferentes países. Vale mencionar, que el Lilium también es utilizada para ramo, jardínes y floreros.
Vale mencionar, que Holanda tiene el monopolio de la producción de bulbos. Sin embargo, países como Japón, Estados Unidos y Francia, también son grandes productores de estos bulbos. Por otro lado, países como Israel, Kenia y Colombia, son los principales proveedores de la Unión Europea siendo el lilium como la flor más exportada durante el año 2001.
Uno de los países que ha buscado durante los últimos años incrementar el cultivo de esta flor es Chile; tanto que sus ventas al exterior se realizan durante todo el año, aunque la exportación de estas flores se centra entre los meses de diciembre y febrero, lo cual representa un 55% de todo lo exportado.
Multiplicación de los liliums
Existen muchos procedimientos de reproducción de Lilium, aunque las variedades se propagan fundamentalmente a partir de bulbillos obtenidos de esquejado de escamas, o de bulbillos de las axilas de las hojas. El cultivo de bulbillos debe alcanzar un tamaño “comercial” y este dura aproximadamente dos años en hacerlo y la mayoría de las veces este cargo corre por empresas que se especializan en este tipo de cultivo.
La reproducción por medio de semillas se realiza con el objetivo de mejorar las variedades de la flor de jardín L. longiflorum. En la actualidad, la propagación in vitro es la más utilizada, mediante el cultivo de embriones en los cuales estos se cultivan en un medio artificial.
Requerimientos Edafoclimáticos
El proceso más determinante para el cultivo de estas flores son la luz, la temperatura y sus efectos combinados.
Luz
La interrupción de la dormancia y la inducción floral son ocasionadas por las bajas temperaturas. Cuando esto sucede se puede aplicar dos tipos de tratamientos a los bulbos:
-Temperatura de 2°C durante 6 a 8 semanas después de la recolección.
- Temperatura de -2°C durante varios meses para plantar durante todo el año (bulbos congelados)
Es importante mencionar que la falta de luz puede provocar anomalías en la flor como por ejemplo: aborto de las flores, es decir; decoloración en la base del botón floral que al final se necrosa o no, pero cesa el desarrollo. También puede provocar abscisión, que es el blanqueamiento del botón floral, seguido de un estrechamiento del pedúnculo que lo sustenta y posterior caída del mismo.
Vale mencionar, que el exceso de luz también es dañino, ya que hace palidecer los colores y da lugar a tallos demasiados cortos en cultivares de poco crecimiento.
Asimismo, el momento crítico de falta de luz es cuando comienzan a formarse los botones florales. Una escasa iluminación en esa época (fin de otoño y principio de invierno), puede originar en algunos cultivares la pérdida de floración.
Temperaturas
Para la mayoría de los híbridos se aconsejan temperaturas nocturnas entre los 12-15°C y las diurnas a 25°C. Las altas temperaturas junto a una baja intensidad luminosa produce efectos negativos sobre las plantas.
Las flores de Lilium también son sensibles a temperaturas elevadas del suelo, principalmente en las primeras fases de cultivo,ya que durante el proceso de formación de la flor se inicia desde la plantación y si en este momento existe una temperatura de suelo elevada, el número de flores es menor. También dificulta el desarrollo de las raicillas del tallo y las hace más propensas al ataque de enfermedades.
Para poder amortiguar estos efectos negativos se recomienda hacer lo siguiente:
-Iluminación de apoyo para momentos críticos.
-Recubrimiento del suelo con materiales aislantes para evitar excesos de temperatura en el suelo.
-Sombreado del cultivo en épocas muy luminosas hasta el inicio de la formación de los botones florales. Se puede emplear una malla de sombreo del 50% de extinción, hasta que el cultivo alcance unos 25 a 40 centímetros.
-Aspersiones mojando bien las plantas.
Suelo
Los liliums son sensibles a la salinidad y el suelo debe facilitar la formación de un abundante sistema radicular de tallo. Es por ello, que los suelos más idóneos para el cultivo del Lilium son suelos sueltos, con buen drenaje, ricos en materia orgánica y con suficiente profundidad (40 centímetros) donde el lavado de sales se realice con facilidad.
Vale mencionar, que la mayoría de los liliums prefieren los suelos con pH próximo a la neutralidad o ligeramente ácido. En el caso de los híbridos orientales prefieren un pH entre 6 y 7 y los L. speciosum y L. auratum son más calcífugos inclinándose por valores de 5,5 a 6,5.
Existen elementos como plantación, entutorado,necesidades hídricas, fertilización, mala hierbas, que se deben tener en cuenta a la hora de realizar un cultivo en invernaderos.
Cultivo en Invernadero
Plantación: Este proceso debe programarse con antelación para que a la llegada de los bulbos se proceda inmediatamente a su colocación en el terreno. Si no se realiza de forma inmediata, estos bulbos se podrían conservar entre 8 a 10 días en las cámaras frías. Normalmente existen dos épocas de plantación: una va desde septiembre a noviembre (producción invernal) y otra que va desde enero a marzo (producción primaveral). Las densidades de plantación dependen del tipo de Lilium a cultivar, el tamaño del bulbo y del momento de plantación.
Por otro lado, la profundidad de plantación está relacionada con la facultad que poseen algunos híbridos de emitir raíces de tallo. Por otra parte, estas raíces salen de la parte enterrada del tallo, por lo que el bulbo debe ponerse a suficiente profundidad para facilitar el desarrollo de las mismas. Vale mencionar que para plantaciones invernales la profundidad recomendada es de 8 centímetros, mientras que en verano es de 10 a 12 centímetros.
Entutorado: Si bien al enterrar el tallo de forma profunda, casi todos los híbridos pertenecientes a las especies L. speciosum y L. longiflorum, así como algunos cultivares de gran crecimiento de los otros grupos, necesitan entutorado para evitar que se tuerzan o se quiebren.
Necesidades hídrica: Debe existir durante las primeras tres semanas, un suelo húmedo, sin encharcamientos, dando riegos muy frecuentes y poco cautelosos. Esto ayuda a rebajar la temperatura del suelo, disminuyendo la concentración de sales y la facilidad de emisión de raíces del tallo. Ahora, desde tres semanas antes de la recolección hasta el momento de la recolección existe otro momento crítico de máximo consumo de agua, que debe ser considerado en el cálculo de las necesidades hídricas. Se deben elegir horas tempranas de la mañana para regar y permitir así que a media tarde las hojas estén secas.
Fertilización: Es normal, que el lilium no se destaque por sus exigencias nutritivas, siendo la misma naturaleza la que sea el soporte edáfico. La fertilización más recomendada es alternando los riegos con nitrato cálcico con otros tipos de abono equilibrado. Todo esto debe suceder a partir de la cuarta semana de plantación.
Malas Hierbas: Estas pueden ser un problema importante según la modalidad y el ciclo de cultivo; es decir, en el caso de cultivo en invernadero puede haber una gran proliferación de malas hierbas si se ha utilizado como abono de fondo o enmienda estiércol, ya que es uno de los mayores portadores de semillas. Es muy común el empleo de la escarda química durante las primeras fases del crecimiento y cuando el lilium no ha desplegado aún sus hojas.
Cultivar o recolectar liliums, son actividades totalmente distintas, es por ello que debemos saber el momento exacto.
Recolección
Post-Recolección
Se deben seguir una serie de pasos que aseguren la adecuada conservación y comercialización de la flor, con el objetivo de que esta no sufra mayores daños. Del mismo modo, es preciso realizar una limpieza de las hojas basales del tallo hasta una altura de unos 10 centímetros para mejorar la apariencia de éste e incluso alargar la vida útil de la flor y su absorción de agua.
Comercialización de Lilium
Ya sea los bulbos o las flores cortadas, existen ciertas características específicas.
Normalización de bulbos: tienen que ser calibres entre 10 a 18 centímetros. Los bulbos son muy sensibles a la desecación; deben mantenerse a una humedad relativa del 90% en las cámaras de tratamiento y en los embalajes con tierra húmeda.
Flores cortadas: según los parámetros de calidad la correcta comercialización de las plantas de Lilium son la longitud del tallo, número de botones florales, longitud del botón floral y la firmeza del tallo.
Lilium: cuidados y características